El Centro de Estudios de los Recursos Energéticos (CERE) junto al Departamento de Ing. en Construcción, estarán a la cabeza de este estudio que se aplicará en el sector residencial de la Región de Magallanes y Antártica Chilena y que, en definitiva, busca mejorar la calidad energética de las construcciones a nivel local.
La iniciativa, financiada por Corfo y ejecutada por la UMAG en conjunto con otras instituciones, tiene una duración de dos años.
“Generación de Estándares de Construcción en la Región de Magallanes y Antártica Chilena a través de Eficiencia Energética y Uso de Energías Renovables” es el nombre del nuevo proyecto que está desarrollando la Universidad de Magallanes en el ámbito energético. Se trata de una iniciativa que a fines de 2015 se adjudicó los fondos de Corfo en la línea Bien Público para la Competitividad Regional y que ya en marcha, cuenta con la colaboración de diferentes entidades, como el Centro de Investigaciones Tecnológicas de la Construcción de la Universidad del Bío Bío (CITEC) y la Cámara Chilena de la Construcción filial Punta Arenas (CChC).
El estudio, impulsado por el plantel educacional, tiene como principal objetivo generar estándares constructivos que permitan disminuir la demanda de energía residencial en la oferta constructiva de la región, mediante un enfoque de eficiencia energética y el uso de energías renovables no convencionales que vayan acorde a la realidad climatológica regional. Para lograr este propósito, se cuenta con una serie de objetivos específicos y acciones asociadas a los mismos, cuya meta final es reducir la demanda anual de energía en la oferta de viviendas (kWh/m2 año).
En este trabajo, una de las primeras tareas fue la conformación de un Comité encargado del seguimiento y validación de los productos a desarrollar, integrado por los ministerios de Vivienda y Energía, Serviu, Corfo, CChC y CITEC-UBB. A la fecha, este organismo ya ha llevado a cabo dos reuniones –una en abril y otra en mayo-, dando pie al avance de la etapa 1 del proyecto, a través del análisis de lineamientos, metodologías y, sobre todo, la búsqueda de consensos entre los distintos actores para abordar aquellas consideraciones que apunten al mejoramiento de la calidad energética de las construcciones a nivel local.
¿Por qué proponer nuevos estándares?
El Dr. Humberto Vidal, director del CERE-UMAG, explica que la iniciativa viene a revisar una reglamentación que, en la actualidad, a su juicio, no satisface las necesidades de la región. Prueba de ello –agrega- son los programas de re acondicionamiento térmico de las viviendas, “donde tú ves que el Gobierno está dando subsidios para realizar esto, lo que reconoce, de una manera indirecta, que el aspecto constructivo no está bien”.
De esta forma, el investigador enfatizó que lo que pretende hacer esta propuesta, “es generar estándares que estén por sobre esa reglamentación existente, con lo que el consumo térmico en Magallanes, debiera disminuir, ya que estaremos construyendo casas con una mejor calidad térmica”.
En ese contexto, Vidal valoró la concreción de la alianza estratégica lograda con CITEC de la Universidad del Bío Bío, catalogado como uno los centros de mayor prestigio a nivel nacional en actividades de investigación, desarrollo y transferencia tecnológica en las áreas de las ciencias y tecnologías de la construcción.
Al respecto, el investigador principal y director de dicho centro, Ariel Bobadilla destacó tres aspectos relevantes de este trabajo: “uno de ellos plantea una alianza entre dos instituciones del Estado y, otro tiene que ver con enfrentar un problema, un desafío país, en el sentido de cómo conseguimos construcciones que para funcionar demanden energías mínimas óptimas, o sea, cantidades más apropiadas y necesidades de uso mínimo-óptimas de energía en Chile”.
El tercer punto, agregó el experto, “es algo muy distintivo y que es el hecho que se hace, críticamente, un cuestionamiento respecto de qué estándares son los que se utilizan, y si esos estándares que aparecen en la reglamentación son los que representan las necesidades de uso óptimo mínimo de energía considerando el escenario muy particular que se da en esta región”.
Sobre el plan de trabajo, dijo que se trata de una metodología que se va a aplicar por primera vez en Chile ya que combina técnicas de análisis energético asociado a los edificios y viviendas, con técnicas de evaluación económica y de rentabilidad social. “Eso –remarcó Bobadilla- no se había hecho antes en nuestro país”.
Fuente:UMAG